“Todo lo que admiramos en este mundo -la ciencia, el arte, la
habilidad técnica y la inventiva- es producto creador de un número reducido de
naciones únicamente y en su origen, quizá, de una sola raza. La existencia
misma de esa cultura depende de aquellas naciones. Si las mismas pereciesen se
llevarían consigo toda la belleza de esta tierra.
Si dividiéramos a la raza humana en tres categorías -fundadores, conservadores y destructores de la cultura- sólo la estirpe aria podría ser considerada como representante de la primera categoría (...). La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de las antiguas civilizaciones. No es la pérdida de una guerra lo que arruina ala
Humanidad , sino la pérdida de la capacidad de resistencia,
que pertenece a la raza solamente (…).
El antípoda del ario es el judío. Es difícil que exista en el mundo nación alguna en la que el instinto de la propia conservación se halle tan desarrollado como en el "pueblo escogido". La mejor prueba de ello la constituye el hecho de que esta raza continúa existiendo. Si pasamos revista a todas las causas del desastre alemán (en la pasada guerra), advertiremos que la causa final y decisiva habrá de verse en el hecho de no haber comprendido el problema racial y, en especial, la amenaza judía.”
Si dividiéramos a la raza humana en tres categorías -fundadores, conservadores y destructores de la cultura- sólo la estirpe aria podría ser considerada como representante de la primera categoría (...). La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de las antiguas civilizaciones. No es la pérdida de una guerra lo que arruina a
El antípoda del ario es el judío. Es difícil que exista en el mundo nación alguna en la que el instinto de la propia conservación se halle tan desarrollado como en el "pueblo escogido". La mejor prueba de ello la constituye el hecho de que esta raza continúa existiendo. Si pasamos revista a todas las causas del desastre alemán (en la pasada guerra), advertiremos que la causa final y decisiva habrá de verse en el hecho de no haber comprendido el problema racial y, en especial, la amenaza judía.”
Hitler. A. Mi Lucha. 1925.
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