Pasados
los difíciles momentos que hemos vivido y que ha vivido España en las últimas
horas, quiero hacer constar, por medio de estas líneas a las que doy lectura,
mi satisfacción por haber superado una situación llena de inquietudes y
peligros. He vivido con vosotros la tensión del encierro forzoso en el Palacio
del Congreso y os felicito y me felicito por el resultado de tan triste
aventura. Por mi parte, hube de tomar las determinaciones oportunas con la
máxima decisión, y mi postura se refleja con claridad en el breve mensaje que
dirigí a los españoles, a través de la televisión... Sería muy poco aconsejable
una abierta y dura reacción de las fuerzas políticas contra los que cometieron
los actos de subversión en las últimas horas. Pero aún resultaría más
contraproducente extender dicha reacción con carácter de generalidad a las
Fuerzas Armadas y de Seguridad. De la misma manera que el Rey está muy
satisfecho por no haber perdido la calma... es necesario que todos los grupos
políticos mantengan ahora la misma serenidad y prudencia. El Rey os lo pide
encarecidamente en pro del mantenimiento del orden constitucional, de la
democracia y de la paz. La
Corona se siente orgullosa de haber servido a España con
firmeza... Sin embargo, todos deben estar conscientes, desde sus propias
responsabilidades, que el Rey no puede ni debe enfrentar reiteradamente, con su
responsabilidad directa, circunstancias de tan considerable tensión y
gravedad...
Citado en Javier Tusell. La
monarquía democrática
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