Nunca el orgullo o la dignidad de los españoles había
llegado a menos, aceptando con resignación y pasividad los asesinatos
constantes del terrorismo, la quiebra económica, el paro creciente, la
inseguridad ciudadana, el servilismo y la desorientación exterior, y la
incapacidad y la irresponsabilidad verbalista de los políticos. Nunca España...
había estado al borde la secesión de las regiones, del regreso a las
comunidades y a las taifas medievales...
Procede que todos digamos ¡basta! y seamos consecuentes con
esta palabra.
Artículo del teniente F. de Santiago y Díaz de Mendívil
publicado en el periódico el Alcazar el 18 de febrero de 1981.
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