Como
depositario que soy del tesoro político secular de la Monarquía española, no
me he sometido a ese poder personal tan dilatada o inconmoviblemente ejercido
por quien fue encumbrado por sus compañeros de armas para la realización de una
misión mucho más concreta y circunstancial...
No soy el jefe de
ninguna conspiración. No soy el competidor de nadie. No deseo que mi persona
sea motivo de discordia entre españoles. No pretendo nada. Pero la realidad es
que, desde que acepté la sucesión de mi padre y la irrenunciable jefatura de la
dinastía, soy el titular de deberes y derechos impresciptibles que, como ya
dije en otras ocasiones, no puedo en conciencia abandonar porque nacen de
muchos siglos de historia y están directamente ligados a cuanto demanda el
presente y el porvenir de España.
D. Juan de Borbón.
Julio de 1969
No hay comentarios:
Publicar un comentario