A la cabeza del cortejo
iba una corona de flores :rojas con la intención de colocarla más tarde bajo la
estatua del general Bem (...) Los manifestantes entonaban marchas de la guerra
de 1848; en la cabeza del cortejo un grupo cantaba “La Internacional ” y
otro “La Marsellesa ”;
otros cantaban antiguas canciones(...) Llegados a los alto de la avenida
Stalin, los jóvenes manifestantes gritaron “¡necesitamos la avenida de Stalin!
¡la estatua de Stalin!” En el balcón de un inmueble por el extremo de
esta avenida, el cortejo descubre a dos oficiales del ejército que les hacen
gestos amistosos: ”¡Viva el ejército popular!”, exclaman los manifestantes a
modo de respuesta (...)
Fuera de los efectivos
habituales, la policía aparece muy poco en el trayecto, y los agentes de
servicio no intervienen (...) Cada vez se van incorporando más gente sobre las
aceras (...) La composición de la masas es muy diversa: los habitantes o los
trabajadores de los barrios, paseantes ocasionales forman la mayoría; fuera de
los manifestantes no hay grupos organizados en el trayecto. Toda la gente tiene
el semblante feliz y emocionado (...) Yo no había visto a Budapest tan feliz
(...)
Emisión de Radio Budapest
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