Uno de
los objetivos fundamentales de la política exterior de Estados Unidos es la
creación de condiciones en las cuales nosotros y otras naciones podamos forjar
una manera de vivir libre de coacción. Esta fue una de las causas fundamentales
de la guerra con Alemania y el Japón. Nuestra victoria se logró sobre países
que pretendían imponer su voluntad y su modo de vivir a otras naciones. Para asegurar
el desen volvimiento pacífico de las naciones libres de toda coacción, Estados
Unidos ha tomado parte preponderante en las Naciones Unidas. Estas están
destinadas a posibilitar el mantenimiento de la libertad y la soberanía de
todos sus miembros. Sin embargo, no alcanzaremos nuestros objetivos a menos que
estemos dispuestos a ayudar a los pueblos libres a preservar sus instituciones
libres y su integridad nacional frente a los movimientos agresivos que tratan
de imponerles regímenes totalitarios. Esto es simplemente reconocer con
franqueza que los regímenes totalitarios impuestos a los pueblos libres, por
agresiones directas o indirectas, socavan los fundamentos de la paz
internacional y, por tanto, la seguridad de los Estados Unidos. En la presente
etapa de la historia mundial casi todas las naciones deben elegir entre modos
alternativos de vida. Con mucha frecuencia, la decisión no suele ser libre. En
varios países del mundo, recientemente, se han implantado por la fuerza
regímenes totalitarios, contra la voluntad popular. El gobierno de los Estados
Unidos ha levantado frecuentes pro testas contra las coacciones y las
intimidaciones realizadas en Polonia, Rumanía y Bulgaria, violando el acuerdo
de Yalta. Debo afirmar también que en otros países han ocurrido hechos
semejantes
Discurso del presidente Truman ante el Congreso de EE.UU.
Washington, 12 de marzo de 1947
Discurso del presidente Truman ante el Congreso de EE.UU.
Washington, 12 de marzo de 1947
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